Un rayo de luz
Me llamo Sara Cabrera Fernández y soy residente de primer año de Medicina de Familia y Comunitaria en el CS Las Palmeritas, perteneciente al área Virgen del Rocío de Sevilla donde decidí formarme. Allí tuve la suerte de conocer a la que hoy es mi maestra y tutora, María José Borrego Gómez, una profesional con mucha experiencia en tutorizar residentes. Médica de Familia ejemplar en su labor y entusiasta de su trabajo, hermana de cuatro mujeres excepcionales, mujer y madre de Médicos y abuela de un ser mágico.
Valiente, generosa, alegre, curiosa, aventurera, con una fortaleza y energía arrolladoras, que no dejan indiferente a nadie. Enamorada del arte en general, tiene muchas pasiones, entre ellas el fútbol, viajar y sumergirse en diferentes culturas y por supuesto la lectura, una de las piedras angulares para la adquisición de conocimiento, entender al mundo y todo lo que nos rodea; se declara así misma devoradora de novelas históricas.
Desde pequeña le llamaban la atención los retos, se debatía entre las carreras universitarias más largas: Arquitectura y Medicina. Tuvo la oportunidad de estudiar en la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, formarse y trabajar en Sevilla capital.
Le gustaban la Pediatría y la Medicina de Familia, principalmente en el entorno rural, llegando a todos los rincones y personas, conociendo al paciente globalmente en su entorno y circunstancias, teniendo en cuenta factores sociodemográficos y psicobiológicos.
María José reúne las cualidades que para mí debe tener una buena Médica, lo cual implica ser una buena gestora sanitaria, incorruptible y firme ante la industria farmacéutica y sociedades científicas, excelente comunicadora y, sobre todo, una buena persona. Humilde, consciente que en esta profesión no se puede saber todo, busca tiempo para reflexionar y encontrar respuestas adaptadas a cada paciente, siempre haciéndolos partícipes de la decisión final. Una de sus principales habilidades es la terapia psicosocial y la promoción de la salud. Es experta en entrevista clínica, orientando las preguntas a detectar las necesidades de cada persona, promoviendo la catarsis y buscando siempre el bienestar de los pacientes.
Reivindica con gran optimismo y positividad mejorar la gestión de las consultas en Medicina de Familia, renovar y organizar las agendas con el objetivo de disponer de más tiempo por paciente, para visitas domiciliarias tanto a demanda como programadas y toda la cartera de servicios de la que disponemos en los centros de salud y que poco a poco va creciendo. Reducir el tamaño de los cupos y aumentar el número de profesionales sanitarios, además de eliminar las diferencias del sistema retributivo entre las diferentes especialidades serían otros aspectos susceptibles de mejora, siempre en beneficio del paciente. Pese a lo anterior, nada le impide terminar su jornada laboral con una gran sonrisa y la satisfacción de ayudar a personas trabajando en lo que verdaderamente desea.
Desde que se inició la docencia en nuestro centro de salud ha colaborado en la tutorización de prácticas de estudiantes y en la formación de residentes de diversas especialidades, con el ánimo y la ilusión de aprender y formarse continuamente, por encima de todo, en pro de transmitírselo a sus alumnos. Tiene el don de detectar las virtudes de los demás y no duda en destacarlas y reforzarlas positivamente. Asegura que se aprende mucho a través del feedback con el residente, y a día de hoy reconoce que es muy enriquecedor y estimulante transmitir conocimientos, ver distintos puntos de vista y guiar en la práctica clínica a futuras generaciones.
Vive con gran pasión su profesión, renovándose constantemente. La carencia de tiempo de esta especialidad nunca es excusa para atajar con derivaciones, pruebas complementarias o recetas el motivo de consulta, empleando siempre con gran maestría el razonamiento clínico, dedicando a cada paciente el tiempo que necesita, enfocada a desmedicalizar a la población, explicando y haciéndole entender al paciente que determinadas patologías no son tales y que algunos procedimientos no aportan beneficios.
Gracias María José, por inyectarme tantísima motivación y por ayudarme a crecer personal y profesionalmente. ¡Nos vemos en la consulta 16!