Compañera de viaje y aventuras
Mi nombre es Virginia Durán y soy residente de primer año de Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud Alamillo, perteneciente a la zona del hospital Virgen Macarena. Mi tutora es Irene Tena y desde que comencé la residencia en mayo está siendo mi compañera de viaje en esta nueva aventura.
Irene nació y creció en Sevilla. Cuando decidió estudiar la carrera de Medicina también decidió quedarse en casa. Ella estaba realizando sus estudios por la rama de letras pero siempre le gustó la medicina. En su familia no había ningún médico pero a ella le encanta el trato con la gente y hablar con ellos, además de por supuesto ayudar en lo que pueda.
Cuando terminó la carrera estuvo trabajando en algunos pueblecitos y haciendo sustituciones donde podía. En aquellos años aún no existía la especialidad de medicina familiar y comunitaria incluida en el examen MIR. A pesar de ello, tenía claro que lo que quería era trabajar en atención primaria y se formó para ello.
Su primer trabajo como adjunta fue en Estepona donde estuvo varios años. Durante este tiempo formó una familia. Está casada y tiene tres hijos. Años más tarde volvería a Sevilla para trabajar de nuevo entre otros centro, en el Cachorro en Triana o en Pino Montano.
Actualmente vive en Castilleja de la Cuesta y trabaja en el Centro de Salud del Alamillo donde lleva 4 años. Tiene un cupo de pacientes muy numerosos y por lo que he podido ver hasta el día de hoy están todos encantados, incluso muchos vienen a pedirle la autorización para realizar un cambio y estar con ella. Esto no se debe a que le dé a los pacientes todo lo que piden sino porque realmente es una gran profesional.
En su tiempo libre le gusta pasar tiempo con su familia y una perrita que tiene de mascota. Siempre dice que nunca se imaginó que acabaría teniendo un perro en casa pero ahora está encantada. Durante años ha estado practicando tai chi y chi kung y ahora además le gusta hacer aquagym.
Yo soy la cuarta residente a la que forma. Le encanta enseñar, siempre tiene un momento para dar una buena explicación a cualquier duda que surja. Además siempre dice que no solo ella es la que tiene algo que enseñar, sino que también tiene mucho que aprender de los residentes. Se implica mucho en todo lo relacionado con la docencia. Intenta mantenerse informada en todo momento de las novedades y realiza todos los cursos que su tiempo le permite.
Lo que más me gusta de ella es que te cuenta la realidad de las cosas, de la medicina. Es consciente de sus limitaciones tanto como médico o como persona. En atención primaria hay que tener mucha paciencia y aprender a trabajar con mucha gente, de distintos niveles socioculturales y creencias. Hay que aprender a empatizar pero también a saber decir que no y defender nuestros derechos como profesionales. Ella me está enseñando lo bueno y lo malo de la Medicina de familia, ambas caras de la moneda. Estoy segura que tomé una buena decisión al elegirla como tutora. No he podido encontrar mejor ejemplo a seguir.
